miércoles, 9 de junio de 2010

El Realismo social

El Entierro en Ornans

El vagón de tercera de Honoré Daumier

Las lavanderas de Honoré Daumier

El realismo social: Se cartacteriza por rehuir lo político y optar por la crítica social, con el obrero y la sociedad industrial protagonizando las obras de arte. Temas centrales: el mundo rural y urbano, las clases populares, los ambientes familiares y las escenas laborales. Se desacralizan los temas religiosos y se denuncian las condiciones de marginación, míseria y pobreza en que vivían las clases más bajas. Este arte fue rechazado por el público burgués. Gustave Courbet y Honoré Daumier son sus principales representantes.

Gustave Courbet (1819-1877) es la figura principal del realismo pictórico. Pinta el mundo rural superando la nostalgia y la idealización, de una manera contemporánea. Su máxima era “arte y vida deben ir unidas” y por ello crea un arte de crítica social y de denuncia de las desigualdades sociales. Es un artista comprometido, ya que se define a sí mismo como socialista. La manera de tratar a la sociedad de su época es lo que escandalizará, más que la estética de su obra. Su compromiso es introducir la realidad y la miseria de los estratos sociales más bajos en los Salones, sin idealización ninguna. Esta característica resalta en su obra “El entierro de Ornans”, donde aparecen figuras de todas las clases sociales, actuando como representante del proletariado el enterrador, lo que encierra una fuerte carga simbólica (el proletariado entierra a la burguesía). Está compuesto por figuras de tamaño natural, sin apenas relación entre ellas. Es un retrato colectivo de una ciudad pequeña, Ornans, con un paisaje como fondo. Prima el grupo sobre el individuo. Se muestra el ritual del entierro, aunque los asistentes parecen ausentes y no miran la fosa. Destaca la inexpresividad, la simplicidad, la escasez de volumen. Es un tema real, sin argumento en apariencia. Esta obra provocó un revuelo en su época, tanto por su estética cruda y realista, como por su simbología, inteligible para el público burgués. Ante las acusaciones recibidas, Courbet respondió que él pintaba lo que veía. Algunos autores la han calificado como manifestación visual del manifiesto comunista y entierro de la burguesía. Es un ejemplo del compromiso social de los artistas realistas.

Otra de sus obras “Buenos días, señor Courbet” representa un hecho intrascendente, pero real: el encuentro con su amigo y un criado junto al perro. La fuerza de la obra reside en ella misma y no en el tema. Las figuras nítidas, se sitúan en llanura llanura soleada y con colores claros.

Honoré Daumier (1808-1879), conocido en su época más como caricaturista y litógrafo que como pintor. Su arte sigue el principio de “Hay que ser de su época”. Critica a la sociedad y a la política que él vivió. Sus temas se basan en la crítica de las condiciones de vida de las clases más humildes: campesinos, proletarios y clases sociales urbanas bajas. Su estética es diferente. Usa grandes manchas de color, a veces con sensación difuminada; pero no renuncia al dibujo. Los rostros recuerdan a las caricaturas satíricas que él realizaba. Su obra principal “Vagón de tercera” refleja la vida cotidiana de unos campesinos en un tren. Líneas fluidas, formas rotundas y dominio del claroscuro son características técnicas y estilísticas destacables. Otra obra de crítica social es “La Lavandera”, donde denuncia las míseras condiciones de vida de las clases bajas de la ciudad. Su estilo se aleja de la representación objetiva y minuciosa de la realidad, usa el abocetamiento y la mancha de color, características del arte contemporáneo


1 comentario:

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