lunes, 26 de enero de 2009

Gótico 2



En esta imagen de la cabecera de Nôtre Dame de París observamos el elemento constructivo clave del Gótico que ayuda a elevar la altura del edificio y a liberar al muro de su función como elemento sustentante del edificio: los arbotantes.
Los arbotantes son en realidad arcos rampantes, que trasladan el peso del edificio a los contrafuertes y de esa manera se alejan del edificio. Gracias a ellos la bóveda deja de ser un elemento constructivo que sostiene el edificio y se transforma en un elemento decorativo. Los arbotantes son los que facilitan la apertura de ventanalaes en el muro y la formación de los claristerios, por los que penetra la luz. Los contrafuertes en los que se descansan los arbotantes se rematan con pináculos.

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