viernes, 23 de enero de 2009

Gótico 1

En esta imagen de la Sainte Chapelle vemos uno de los elementos característicos de la arquitectura gótica: los grandes vitrales convertidos en paramento translúcido, con vidrieras de colores. El vano sirve de muro de cristal por el que entra la luz, luz que es transformada por el vitral. Luz que se asimila a Dios y a la divinidad; luz que crea un espacio simbólico y espiritual, luz irreal que se transforma en auténtica protagonista del templo gótico. El muro pierde su función de elemento sustentante, gracias a los arbotantes externos. El edificio puede elevarse en altura, y en él se abren los grandes ventanales. La Sainte Chapelle, capilla palatina, fue construida por encargo de San Luis IX de Francia como lugar privilrgiado donde resguardar las reliquias de la Pasión de Cristo , es un ejemplo insuperable en el que el muro prácticamente ha desapoarecido. En estos vitrales de colores se recogen los grandes ciclos iconográficos que adoctrinaban a los fieles, y que en el románico se pintaban en los muros o se esculpían en las portadas de las iglesias y en los capiteles de los claustros.

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