lunes, 7 de junio de 2010

El Romanticismo: Theodore Géricault


LA BALSA DE LA MEDUSA

El Romanticismo es el movimiento artístico protagonista de la primera mitad del siglo XIX. Este estilo se vive también en la literatura y la música; además de en las artes plásticas.

Hölderlin sintetiza el nuevo espíritu: “El hombre es un dios cuando sueña, un mendigo cuando reflexiona”. Conforme a esta nueva sensibilidad, los contornos se difuminan, se confunden los colores, se extrae al personaje de los escenarios pictóricos. El tema, cuando existe, queda subordinado a la mera observación la lectura del cuadro es reemplazada por la ensoñación, lo reflexivo y objetivo, por lo subjetivo e imaginario. La racionalidad desaparece ante la irrupción del mundo sensible.

El Romanticismo irrumpió en la historia del arte, desarrollando concepciones que perviven hoy. La obra de arte es resultado de un proceso singular de creatividad; experiencia vital única e irrepetible. Nace la imagen del artista como un ser genial, y de la obra de arte como producto de una repentina inspiración, que al resto de los mortales le está restringida. Conforme a ésto, el cliente romántico da más valor al boceto o al dibujo preparatorio que a la obra acabada. En aquello prevalece lo fugaz., la creatividad pura sin el filtro de la reflexión que termina imponiéndose en la obra definitiva.

Surge como reacción a la pintura academicista y a la propia evolución histórica: la caída del Antiguo Régimen y las Revoluciones Burguesas del siglo XIX. La pintura romántica se preocupa en sugerir y evocar más que en presentar contenidos o narraciones para su lectura. El subjetivismo del autor prima por encima de lo demás; genera visiones y planteamientos distintos.

La obra de arte romántica se podrá identificar por la expresión, por la individualidad del artista, por lo antinormativo y sobre todo, por la intensidad emocional. Esto ha llevado a decir que el romanticismo no es un estilo, sino un sentimiento.

El gusto por lo exótico, la libertad, las tradiciones culturales de los países, la defensa del genio del artista; asentar el presente y el futuro en el pasado, el compromiso político con el nacionalismo y el independentismo, son caracteres comunes de muchos artistas románticos. Dos conceptos surgen en este momento: “lo sublime” (lo que va más allá de la mesura, como la naturaleza); la grandiosidad y desmesura que crean intranquilidad y desasosiego adquieren importancia y vigencia en el mundo artístico; y lo pintoresco, en el que el artista comienza a buscar la belleza no solo en los temas elevados (religión, mitología, lo heroico) sino también en lo común y cotidiano, en lo doméstico, aunque esto lleve a representar lo duro y áspero. La naturaleza, para los románticos, no es sólo motivo de sus obras, sino fuente de sentimientos. El artista es el intérprete de esos sentimientos entre la naturaleza y el espectador.


CARACTERÍSTICAS DE LA PINTURA ROMÁNTICA

      1. Rechazo del imperio absoluto de la razón

      2. Exaltación de lo misterioso y pasional, de la libertad y del patriotismo

      3. Reivindicación de lo medieval.

      4. Valoración de lo individual y subjetivo

      5. Prima el color y la luz sobre la línea y el contorno. El color expresa la personalidad del autor.

      6. Ruptura con los convencionalismos neoclásicos y la uniformidad estilística.

      7. Composiciones dinámicas, tensas, aparentemente caóticas o desordenadas

      8. Prefieren los gestos dramáticos frente a la quietud y serenidad clasicista.

      9. Los temas dejaron de centrarse en héroes, dioses y vencedores, para optar por hombres anónimos, masas populares, supervivientes y derrotados.

      10. El paisaje romántico representó una naturaleza violenta y dramática, que redujo la presencia del ser humano. Cobró un aspecto nostálgico, incluyendo ruinas y nieblas.

      11. Temática del pesimismo: locura, muerte; también el nacionalismo, la libertad y el orientalismo.

      12. Diversidad de escuelas que siguen la tradición de un país: Francia y su evolución política, con Géricault y Delacroix; Alemania y su lucha por la unificación (Friedrich); Gran Bretaña y el gusto por el paisaje (Constable) y España con sus géneros característicos como el costumbrismo y la historia.

      13. Compromiso histórico: incluyen temas bélicos y desastres.

      14. Predominio de las artes figurativas más receptivas al sentimiento que la arquitectura, tradicionalmente portadora de los valores del pasado.

    ESCUELAS Y AUTORES ROMÁNTICOS

    FRANCIA

    Los primeros pasos del romanticismo en Francia los dan algunos de los discípulos de Louis David: el más importante, Antoine-Jean Gros que sirve de enlace entre el Neoclasicismo y el pleno romanticismo. Gros difunde la figura e imagen de Napoleón como gran héroe, es decir, como guerrero.

    Sin embargo, los autores franceses románticos por excelencia son Théodore Géricault y Eugène Delacroix

    THÉODORE GÉRICAULT (1791-1824): Seguidor de Miguel Ángel y Rubens, representa formas agitadas y retorcidas, que mostraban los sufrimientos del hombre común. Su vida, breve e intensa y una muerte violenta, fueron un símbolo para los artistas de su época. En su pintura priman las emociones y se preocupa por los personajes pobres y marginados de la sociedad. Su obra principal es “LA BALSA DE LA MEDUSA”. La obra, con clara finalidad política era una evidente crítica dirigida al Gobierno. El tema, un hecho real, (el Medusa , un barco francés que se hundió y del cual logró sobrevivir un grupo de personas en una balsa) y sirve al pintor para mostrar en toda su crudeza la lucha del hombre contra la muerte y las fuerzas de la naturaleza El autor refleja el momento en el que los supervivientes de un naufragio, tras muchos días a la deriva y de una situación desesperada, descubren a lo lejos el humo de un barco; símbolo de salvación y de esperanza. La influencia de Miguel Ángel se percibe en los musculosos cuerpos. Esta obra es, además, una primera aproximación al realismo, por el deseo de documentarse y describir científicamente lo ocurrido. La intensidad emocional y el dramatismo son rasgos destacados de esta obra. A ello ayudan tanto los elementos formales como los iconográficos. Entre los primeros, la utilización violenta del color y la composición, que nos muestra cadáveres y moribundos en primer plano, y la luz crepuscular que nos habla de tragedia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario