sábado, 14 de marzo de 2009

Pintura del Quattrocento italiano


Características Generales

- Se desarrolla principalmente en Florencia, con obras que suponen la expresión de los ideales del Renacimiento, no solo en cuanto a su belleza, sino también con la aportación de novedades técnicas que encauzarán las tendencias pictóricas posteriores.

  • El pintor rompe con los convencionalismos medievales y se apoya en observación de la realidad a la que idealiza.

  • El pintor tiene mayor consideración social

  • La pintura será considerada casi una ciencia.

  • Su práctica obligaba a un conocimiento de:

  • Proporciones.

  • Luz

  • Movimiento

  • Profundidad, de auerdo con el sistema visual de representación que se descubre en este momento: la perspectiva.

  • El mecenazgo de los poderosos ayudó a los pintores a liberarse de la rigidez del sistema gremial.

  • Los gremios:

  • Limitaban la libertad creativa

  • Regulaban el aprendizaje y la comercialización de las obras.

  • La valoración del arte va unido a:

  • El coleccionismo

  • A la acumulación de obras de arte como signo de prestigio social.

  • El pintor es percibido más como artista que como artesano.

  • Es esencial:

. El estudio de la anatomía humana.

. La concepción de la representación espacial.

. La valoración de la luz en el cromatismo

. Variabilidad de tonos.

  • Temas:

  • Religiosos. Son los más abundantes. Se distinguen por la gran humanidad de los temas, acercándose a los fieles que los contemplan.

  • En Italia:

  • Virgen con el Niño (Madonna).

  • Sagrada Familia como motivos dulces y amables

  • Sacras Conversaciones: personajes sagrados en sencilla actitud de diálogo

  • Se mantienen los grandes ciclos con representaciones de acontecimientos bíblicos o de la vida de los santos.

  • El retrato se independiza de los cuadros religiosos (donante)

  • La dignidad del hombre es determinante en el nacimiento de este género, producto del individualismo renacentista. Se inspiran en los retratos romanos (Medallas, relieves de las excavaciones).

  • Mitológicos: Se representan escenas de las Metamorfosis de Ovidio.

  • Los pintores se interesarán por las excavaciones arquelógicas.

  • La conciliación neoplatónica entre la cultura grecolatina y la cristiana hace que los temas tengan carácter moralizante y convivan con los religiosos.

  • Es la decoración principal en los espacios civiles en Italia, como los palacios.

  • Los héroes mitológicos o los hombres de la Antigüedad se ofrecen como modelos de virtudes que encajaban con la moral cristiana.

  • Se generalizan las alegorías, por las que ideas, sentimientos o fuerzas de la naturaleza como la justicia, el amor o el viento, se representan como personas, con todo un lenguaje de atributos particulares.

  • Técnicas:

  • El soporte más usado es la tabla

  • Se incorpora paulatinamente el lienzo, que desplazará a la tabla.

  • La técnica tradicional, el temple (pigmentos aglutinados con huevo), se sustituirá por el óleo, con mayores posibilidades plásticas (ya se usaba en los Países Bajos).

  • En las pinturas murales se usa el fresco.

  • El fresco requiere:

  • Rapidez en su ejecución

  • Permite pocas modificaciones.

  • El color se aplica, mezclado con agua de cal, sobre el muro de un revoco aún húmedo. Esto permite que la pintura penetre en el soporte; así soporta la intemperie, pero dificulta los retoques cuando seca. El resultado es luminoso y duradero.

  • La pintura florentina rompe con la tradición del llamado gótico internacional. Los pintores se inspiran en:

  • El lenguaje del clasicismo

  • Buscan la representación de la naturaleza

  • Dejan a un lado el carácter simbólico y distante de la pintura medieval.

  • Al carecer de restos pictóricos de la Antigüedad, se fijan en los restos arquitectónicos y escultóricos.

  • Persiguen plasmar con fidelidad la naturaleza y su tridimensionalidad, a través del estudio geométrico y matemático.

  • El hallazgo de la perspectiva se manifiesta en todas las creaciones, que aplican el nuevo sistema para obtener una mayor sensación de realidad. A ello se une el estudio del cuerpo humano, del movimiento, de la luz, en un período que cristalizará en el siglo XVI.

  • Florencia se convierte en el centro fundamental de la nueva corriente, aunque pronto surgirán otros: Roma, Padua, Perugia, con sus propias características

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